PEDAZOS DE LO QUE LLEVAMOS DENTRO
(Crítica publicada en el diario La Verdad de Murcia)
Juan Carlos Márquez vuelve a demostrar su dominio sobre los márgenes y los artificios del género breve. Autoficción rebosa humor negro y sátira, algo que ya es de esperar en las obras del escritor bilbaíno. El autor nos invita a colarnos en un callejón sin salida en el que la realidad y la literatura andan de reyerta a las tantas de la madrugada.
Contiene algunas piezas memorables, como el cuento que da nombre al libro o Redes sociales, dos de los más extensos de la antología y que nos sitúan en universos fácilmente reconocibles (los talleres de escritura creativa y el mundo los influencers), los cuales son tratados con ese humor “marca de la casa”, que nos traslada de la sensibilidad a la crudeza, para luego arrancarnos la cara de emoticono sonriente de un sopapo.
La alternancia de piezas extensas y breves (entre estas últimas se cuentan las más fieles a los aspectos canónicos del cuento, como Textil o Circular), unida al dominio del diálogo y a la facilidad con que Márquez genera tensión, arrastrándonos a situaciones tabú, socialmente incómodas o misteriosas, dan por resultado un volumen entretenido.
La separación, en capítulos o actos, presente en ciertos relatos aporta variedad al conjunto y dinamismo a las tramas (en ocasiones se intuye un ritmo de viñetas propio de la narrativa gráfica), incluso algunos cuentos parecen concebidos como breves piezas teatrales, en los que el narrador interviene con acotaciones escénicas, describiendo los espacios y dejando hablar a los personajes con naturalidad. Ejemplos de esto son La sensación del parque, donde tres amigos se ven emparedados por un psicópata y somos testigos, al tiempo, de las miserias de su relación y del desarrollo de su plan de escape, el ya citado Redes Sociales, o Buzo, relato también compartimentado, aunque más breve y de corte más realista.
El cinismo oculto de lo cotidiano, dosis de humor ácido y una certera caricaturización de los clichés como vía para la crítica, son algunos componentes de esta recomendable radiografía del individuo moderno. Ese que, queramos o no, todos llevamos dentro.